miércoles, 6 de mayo de 2009

"José Martínez Ruiz, "Azorín": retales de una vida".

José Martínez Ruiz, "Azorín", nació en Monóvar (Alicante), en 1873 y estudió el bachillerato en el colegio de los escolapios de Yecla (Murcia). Durante sus años jóvenes fue un revolucionario convencido, aunque más tarde adoptó una actitud conservadora como camino más coherente para frenar la deshumanización que la modernidad traía consigo. No rechaza los avances de la ciencia, la tecnología o la industria, pero considera que de ahí no provendrá el progreso integral de la civilización. De ahí su apuesta por ser coherente con la tradición española, remediando sus carencias, pero sin violentar el pasado a favor de un europeísmo que no encaja, según él, con el "modo de ser español". En general, y a pesar de las privaciones y desavenencias que soportó durante sus primeros años de estancia en Madrid (se estableció en esta ciudad en 1896), además de sus incursiones en la vida política (llegó a ser diputado y subsecretario del Ministerio de Instrucción Pública), la existencia de "Azorín" transcurrió de manera tranquila y metódica. Viajó infatigablemente por las tierras de España.
Inscrito con el número 2014 en el Registro Oficial de Periodistas, fue nombrado Periodista de Honor por su trayectoria y por sus trabajos en muy diversas publicaciones periódicas. Según María Esther Almarcha Núñez-Herrador e Isidro Sánchez Sánchez, hasta 1904 «colaboró o fue redactor de un gran número de publicaciones periódicas, a veces con los seudónimos de "Fray José", "Ahrimán", "Don Abbondio" o "Cándido". Se ha podido constatar la existencia de artículos suyos en El Eco Monovarense, El Defensor de Yecla, La Monarquía (Alicante), La Educación Católica (Valencia), El País, La Ilustración Española, El Correo Español, Heraldo de Madrid, El Globo (donde fue redactor junto a Baroja), Blanco y Negro, ABC, etc. Por tanto, ya tenía un importante bagaje periodístico cuando empezó a trabajar para el diario España. En él comenzó a utilizar el seudónimo de "Azorín" para firmar sus crónicas parlamentarias. Durante los años de la guerra civil centró su colaboración fundamentalmente en La Prensa de Buenos Aires, lo que le aportó los fondos necesarios para mantener su residencia parisina, con artículos literarios y culturales principalmente. Y desde 1939 hasta su muerte siguió ejerciendo el periodismo sobre todo en ABC y La Prensa, pero también en un buen número de publicaciones periódicas de muy distinto tipo, falangistas o no, mostrando siempre su nítida identificación con el Régimen y con el dictador, "mi caudillo" según escribía Azorín».
En 1924 fue elegido miembro de la Real Academia Española, institución con la que tuvo serias discrepancias al no ser elegido académico Gabriel Miró (la publicación de El obispo leproso (1926) desató el escándalo de los grupos conservadores y clericales), a propuesta de Palacio Valdés, Ricardo León y del propio "Azorín". Como hemos adelantado al hablar de sus colaboraciones, durante los años de la guerra civil española vivió en París. Vivió los últimos años de su vida recluido y absorto en sus lecturas, dando paseos solitarios y animados por una considerable afición al cine. "Azorín" fue un hombre de palabra concisa, tímido, correcto, bondadoso y muy discreto. Casado con Julia Guinda Urzanqui, ésta lo acompañó a lo largo de sus años de meditación y de trabajo. Murió en 1967, a los 94 años de edad.

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