martes, 12 de mayo de 2009

"Introducción a la poesía medieval gallego-portuguesa (siglos XII-XIV): las cantigas".

Las cantigas son canciones monódicas galaico-portuguesas de los siglos XI, XII y XIII, de carácter profano o religioso. Tienen sus orígenes en el arte trovadoresco que surge en Francia durante la Edad Media. Las relaciones fluidas que por aquel entonces existían entre Francia y algunos reinos peninsulares, como el de León, hicieron que muy pronto surgieran trovadores en estas zonas. Así se desarrolló en las tierras galaico-portuguesas, antes que en el resto de España, la lírica medieval.
De todos los cancioneros que aparecieron en aquella época con cantigas de amor y de escarnio, se ha perdido casi todo. Sólo se han conservado seis de las siete Cantigas de Amigo del trovador gallego Martín Codax del siglo XIII, de las cuales la más conocida es Ondas de mar de Vigo, algunas piezas de trovadores catalanes y la colección más importante, conocida como las Cantigas de Santa María del rey Alfonso X el Sabio.
Esta obra, la más importante de la lírica española, recopilada en el siglo XIII, contiene 417 canciones en lengua culta gallega. Se dividen en dos clases: las cantigas de miragres, que relatan milagros o favores de Nuestra Señora, y las cantigas de lloor, que son un canto de alabanza a la Virgen. Parece que el Rey tuvo un especial interés en esta colección, dirigiéndola personalmente y colaborando con melodías compuestas por él mismo. El origen de estas cantigas es diverso: unas procedían de modelos anteriores de carácter litúrgico y popular, como secuencias, lais y melodías de sabor gregoriano, y otras estaban compuestas por el propio Rey o sus colaboradores. Los milagros que relatan solían ser sucesos locales de carácter milagroso o histórico, o episodios legendarios que procedían de Europa a través de cancioneros que el mismo Rey pudo haber conocido.
Las Cantigas de Santa María se conservan en cuatro códices: dos en la biblioteca del monasterio de El Escorial, uno en la Biblioteca Nacional de Madrid y un cuarto en la Biblioteca de Florencia. Los cuatro manuscritos contienen una bellísima colección de miniaturas donde aparecen ilustrados más de 35 instrumentos musicales, tocados por moros, judíos y cristianos. En 1884 la Real Academia Española publicó en dos volúmenes el texto de las cantigas, y en 1992 apareció un tercero con la transcripción musical de Julián Ribera. En 1943 Higinio Anglés realizó un gran trabajo de investigación sobre ellas. Ésta es una de las colecciones de música medieval más apreciadas y valiosas que se conservan en el mundo; se trata de un fenómeno singular en toda Europa.

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